Dulce
Berenice Altamirano Olmos
Práctica de la Comunicación Educativa III
Práctica de la Comunicación Educativa III
Umberto Eco "A
paso de Cangrejo"
Lectura #1 - Norberto Bobbio “La misión del docto revistada”
Lectura #1 - Norberto Bobbio “La misión del docto revistada”
Esta
lectura hace referencia a citas de los escritos de Bobbio, principalmente habla
de los protagonistas o el objeto de
debate que son los hombres de cultura, en segundo lugar , las discusiones de
Bobbio se desarrollaban en los años cincuenta, cuando el objeto de discusión
era más bien la figura del intelectual.
Fichte
pensaba en el filósofo como en la persona que debería velar por el progreso
real de la humanidad i favorecerlo, principalmente el científico debería tener
la obligación de promover el progreso de la ciencia y sobre todo debería
preocuparse del progreso de la rama de la ciencia de la que es especialista
(por lo tanto la misión del docto es hacer bien y honestamente su propio
trabajo), pero al mismo tiempo debería guiar a los hombres a la conciencia de
sus verdaderas necesidades y revelarles
la manera de satisfacerlas. Es claro: el docto es, por su misión el maestro de
la humanidad, el educador del género humano, el hombre moralmente más perfecto
de su tiempo.
En
este sentido, el docto no podía ser más que el filósofo porque en el momento
mismo en que sumía la tarea de reconocer no solo las necesidades sino también
los medios para satisfacerlas.
Fichte
en realidad preparaba la figura del filósofo a la manera de Gentile, que sería
maestro y fundador del estado ético y de su política concreta, o la figura del
filósofo a la manera de Heidegger. Si es así esta visión del docto y de su función
social tiene poco que ver con las posiciones de Norberto Bobbio, que comenzaba
política e cultura con la afirmación.
La
primera lección de política e cultura, es una noción de modestia, los ensayos
que Bobbio escribió entre 1951 y 1955 surgieron en un clima en el que la figura
del docto había perdido as prerrogativas platónicas que le asignaba Fichte.
En
la lectura, podemos encontrar un apartado donde se define “trabajo intelectual”,
esto es para poder definir la actividad de quien trabaja más con la mente que
con las manos, y precisamente para distinguir el trabajo intelectual de lo que
llamaremos función intelectual. Hablamos de función intelectual cuando alguien,
ya sea trabajando con la mente o pensando con las manos, contribuye de forma
creativa al saber común y al bien colectivo. ¿Podríamos identificar “intelectual
“con “creatividad”?, podríamos encontrar muchas definiciones de creatividad,
pero en la mayoría se considera que les una capacidad industrial y comercial de
resolver problemas, y en este caso se identifica con innovación, o bien una disposición
para concebir ideas nuevas que conduzcan a la obtención de ganancias. Ser creativo significa saber quiénes somos.
Para
que la creatividad sea digna de tal nombre ha de estar imbuida de actividad crítica.
De modo que la función intelectual se desarrolla por innovación, pero también mediante
la crítica del saber o de las prácticas anteriores, y sobre todo a través de la
crítica del propio discurso.
Creo
que esta distinción entre trabajo intelectual y desarrollo de la función intelectual
corresponde bastante con la propuesta por Bobbio, veía a los intelectuales no
solo como suscitadores de ideas, sino también como guías del proceso de renovación
en curso.
En
general esta lectura trato sobre como el autor expresa e interpreta acerca del
trabajo intelectual, dentro de la lectura desglosa definiciones que se pueden
relacionar con el termino intelectual y de tal forma cita a filósofos que
aportaron a esta investigación.
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