viernes, 28 de agosto de 2015

Lectura 2: Ilustración y sentido común

Libro: A paso de cangrejo. Umberto Eco
Ilustración y sentido común

En este capitulo el autor pretende dar una idea de lo que es un hombre ilustrado en la actualidad.
Dice que para que pueda existir una ética intelectual ilustrada, es necesario estar dispuestos a someter a critica desde cualquier creencia hasta las que la ciencia presenta como verdades absolutas.
Según Eco, la herencia fundamental de la época de la Ilustración reside en que existe un modo razonable de razonar y, comenta, todos deberíamos coincidir en este. Concluye este punto diciendo que hasta en la filosofía es necesario usar el sentido común.

Para el, un buen hombre ilustrado es aquel que cree que las cosas van de una determinada manera.
Aquí el autor retoma a Quine, un empirista que decía que el significado de una palabra se relaciona con nuestra regularidad de respuesta a un estimulo.
El mismo Quine tambien decía que nuestra verdad también se relaciona con un conjunto de convenciones culturales.
El buen ilustrado debe cuestionar cualquier posible manual de traducción.
Para Eco, los hombres han de ser benévolos y respetuosos unos con otros, es decir, construir juntos un contrato social.
Tambien, los ilustrados creen que se puede crear una ética compleja, heróica, basándose en el principio de la negociación necesaria.

Se sabe que el hombre tiene cinco necesidades básicas, alimentación, sueño, afecto, juego y el preguntarse por que. Las primeras cuatro necesidades de comparten con todos los animales, pero la quinta es solo una cualidad humana, para la cual se emplea el lenguaje.
Los hombres se preguntan quien hizo el mundo y que estaba antes de el. Al intentar responder dicha pregunta se crean o descubren los dioses.

Los ilustrados saben que cuando el hombre nombra a los dioses hace algo que no debe de ser tomado a la ligera, y tambien sabe que la forma de un panteón es un hecho natural, digno de mucha consideración y respeto.

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