Es reconocida como conductista
y mecanicista y evita de modo intencional toda referencia a la conciencia. Su
concepto central es el hábito, y se asume además que la conducta compleja es
derivable de lo que se conoce acerca de las formas más elementales del
aprendizaje. Hull acepta que la influencia de ciertas variables históricas y/o
de privación sobre una gama de conductas podría resumirse mediante una u otra
variable interviniente o construcciones teóricas como fuerza del hábito o nivel
del impulso.
El objetivo fundamental de Hull era descomponer
el vínculo del estímulo y respuesta aprendida de una serie de variables
intervinientes, que mediaba la influencia casual del estímulo condicionado
sobre la respuesta ejecutada.
Hull creía en la asociación de los estímulos
con las respuestas y empleaba el término fuerza del hábito, para designar la
fuerza de una asociación dada. Modifico ligeramente su posición e identifico el
reforzamiento con la reducción de los estímulos de impulso, que se consideraban
más como la satisfacción de un ansia que de una necesidad. Existe una una sutil
distinción entre las ansias y las necesidades biológicas.
El sistema de
Hull se clasifica como Reduccionista, en el sentido de que los fenómenos
más complejos se deducen con base en los fenómenos y relaciones más simples y básicas, en este sentido, los fenómenos más complejos se
“reducen” a los más sencillos mediante el análisis.
Durante sus últimos años Hull, se interesó cada
vez más en los aspectos cuantitativos de su teoría, intento graduar o medir la
fuerza de la respuesta en términos cuantitativos y determinar el valor numérico
exacto de las constantes particulares.
Hull mantenía una visión
darwiniana, es decir creía que los organismos evolucionan de acuerdo con la
capacidad de sus sistemas nerviosos para adaptar su comportamiento a las
exigencias ambientales. Concebía el aprendizaje como uno de los medios
primordiales a partir del cual los organismos logran adaptarse.
Existen ocho mecanismos de comportamiento
adaptativo automático.
1.- Las tendencias de respuesta innata
proporcionan los primeros mecanismos automáticos para la adaptación a
situaciones de emergencia.
2.- La capacidad primitiva para aprender en el
segundo mecanismo, “un medio ligeramente más lento de adaptación a situaciones
menos graves”.
3.- La reacción de defensa precedente, que se
aprende y se mueve entonces hacia adelante mediante la generalización del estímulo,
proporciona el tercer mecanismo de adaptación.
4.- Es la extinción de actos inútiles, el
aprendizaje de respuesta negativa.
5.- Es el aprendizaje mediante el método de
ensayo y error.
6.- Es el aprendizaje de discriminación.
7.- Un segundo tipo de reacción de defensa
precedente, que depende de la persistencia de las huellas de estímulo.
8.- La reacción precedente fraccionaria, con su
correlación de estímulo propio receptivo proporciona la orientación automática del
comportamiento del organismo hacia las metas
En muchos aspectos el sistema de Hull era
superior a otros sistemas psicológicos contemporáneos.
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