martes, 19 de mayo de 2015

Lectura 5.- La teoría sistemática de la conducta de Hull.

Es reconocida como conductista y mecanicista y evita de modo intencional toda referencia a la conciencia. Su concepto central es el hábito, y se asume además que la conducta compleja es derivable de lo que se conoce acerca de las formas más elementales del aprendizaje. Hull acepta que la influencia de ciertas variables históricas y/o de privación sobre una gama de conductas podría resumirse mediante una u otra variable interviniente o construcciones teóricas como fuerza del hábito o nivel del  impulso.

El objetivo fundamental de Hull era descomponer el vínculo del estímulo y respuesta aprendida de una serie de variables intervinientes, que mediaba la influencia casual del estímulo condicionado sobre la respuesta ejecutada.

Hull creía en la asociación de los estímulos con las respuestas y empleaba el término fuerza del hábito, para designar la fuerza de una asociación dada. Modifico ligeramente su posición e identifico el reforzamiento con la reducción de los estímulos de impulso, que se consideraban más como la satisfacción de un ansia que de una necesidad. Existe una una sutil distinción entre las ansias y las necesidades biológicas.

El sistema de  Hull se clasifica como Reduccionista, en el sentido de que los fenómenos más complejos se deducen con base en los fenómenos y relaciones más simples y básicas, en este sentido, los fenómenos más complejos se “reducen” a los más sencillos mediante el análisis.

Durante sus últimos años Hull, se interesó cada vez más en los aspectos cuantitativos de su teoría, intento graduar o medir la fuerza de la respuesta en términos cuantitativos y determinar el valor numérico exacto de las constantes particulares.

Hull mantenía una visión darwiniana, es decir creía que los organismos evolucionan de acuerdo con la capacidad de sus sistemas nerviosos para adaptar su comportamiento a las exigencias ambientales. Concebía el aprendizaje como uno de los medios primordiales a partir del cual los organismos logran  adaptarse.

Existen ocho mecanismos de comportamiento adaptativo automático.
1.- Las tendencias de respuesta innata proporcionan los primeros mecanismos automáticos para la adaptación a situaciones de emergencia.
2.- La capacidad primitiva para aprender en el segundo mecanismo, “un medio ligeramente más lento de adaptación a situaciones menos graves”.
3.- La reacción de defensa precedente, que se aprende y se mueve entonces hacia adelante mediante la generalización del estímulo, proporciona el tercer mecanismo de adaptación.
4.- Es la extinción de actos inútiles, el aprendizaje de respuesta negativa.
5.- Es el aprendizaje mediante el método de ensayo y error.
6.- Es el aprendizaje de discriminación.
7.- Un segundo tipo de reacción de defensa precedente, que depende de la persistencia de las huellas de estímulo.
8.- La reacción precedente fraccionaria, con su correlación de estímulo propio receptivo proporciona la orientación automática del comportamiento del organismo hacia las metas
En muchos aspectos el sistema de Hull era superior a otros sistemas psicológicos contemporáneos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario